Oraciones Católicas de Poder
Señor Jesús, hoy necesito acercarme a Ti,
como el leproso del Evangelio,
para suplicarte lleno de confianza,
que mires la dolorosa
situación en que me encuentro.
Jesús amigo de los pecadores,
vida y salud de los enfermos.
Tu has sido enviado por el Padre Celestial,
con la misión de salvar a la humanidad
encadenada por el pecado y lastimada
por el dolor y por la muerte.
Con grande amor aceptaste la voluntad del Padre,
que puso ante Ti el rostro de todos y
cada uno de aquellos, que heridos por el
pecado experimentan el sufrimiento, la fatiga,
la desilusión y el miedo.
Contando con el Si valiente y generoso
de la virgen de Nazareth,
tomaste un cuerpo como el nuestro
para manifestarnos claramente que la
Misericordia de Dios, supera toda injusticia.
Que la bondad, limpia toda mancha de pecado y de impureza.
Que definitivamente tu amor divino esta
siempre al alcance de nuestra pobreza.
Yo quiero alabarte y bendecirte por tu
admirable obediencia, que no solo te llevó a
caminar por los dificiles y estrechos caminos
en que la humanidad realiza su existencia;
sino, sobre todo hoy; especialmente hoy,
quiero alabarte y reconocer tu maxima prueba
de amor, al entregar tu vida en la Cruz del calvario
para lavar con tu sangre mis miserias.
Gracias Jesús, por tu muerte de cruz muerte
de infamia, de deshonra, de condena.
Injustamente fuiste llevado al sacrificio para en
la cruz clavar nis faltas, mis vicios,
mis pecados.
Aqui frente a la cruz, yo te escucho pedirle al
Padre por mi, una disculpa:
"Perdonales que no saben lo que hacen" Si,
Jesús, por mucho tiempo no he sabido
a donde dirigir mis pasos, ni a que dirección
orientar mis sentimientos.
Por eso te he ofendido a ti, a los que amo he
dañado y mi propio corazón he destrozado.
Señor, con la angustia en mi alma quiero
gritarte el dolor que me desgarra, por mi
enfermedad, por mi situación familiar; por los
problemas que me embargan.
Como el salmista yo repito:
"Las lagrimas son mi pan, día y noche no cesan"
Contemplando asi tu rostro desfigurado y
maltratado, viendo tus manos clavadas y tu
pecho traspasado, pero humilde, a ti
acercarme, descalzo como Moisés, postrado
como el leproso, para claramente confiado
"Si tu quieres puedes limpiarme"
No justifico esta petición en mis obras de
bondad, ni en lo recto de mis acciones; ni en
la fuerza de mi Fe;
sólo en tu amor Señor, en tu bondad que
como fuente inagotable fluye incansable y
generosa para los sedientos.
Señor Jesús hoy tu poder sanador
extiende tu mano y tócame;
si estoy en el fango del pecado,rescátame:
si me ves encadenado por los vicios , libérame;
si postrado por la debilidad, fortaléceme;
si estoy en confusión, oriéntame;
si en la obscuridad, ilumíname;
si quebrantado o deshecho, por los problemas
o angustias, reconstruyeme.
Mi corazón traspasado por el dolor,
alza su voz para gritarte como el ciego de Jericó:
"Jesús, hijo de David: ten compasión de mi"
Señor, no seas sordo a mi suplica humilde.
Con todos los pecadores y enfermos del mundo te
repito: perdóname, saname y liberame.
En tus brazos me abandono,
como el niño en los brazos de su buen padre,
atiéndeme, bendíceme y pacificame.
Gracias por escucharme. confió en Ti.
Señor Jesús, Buen Pastor y Salvador del mundo.
¡Salvame!
Maria Reina de la paz intercede por mi.
Amen.
Oraciones Católicas de Poder
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