Oraciones Católicas de Poder
ORACIÓN
para una grave necesidad
Por la señal de la Santa Cruz,
De nuestros enemigos,
Líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo,
Amén.
Oh Divino Jesús que dijiste: «Pedid y recibiréis; buscad y
encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que
busca encuentra, y a quien llama se le abre». Mírame postrado a tus plantas
suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza,
sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:
(En silencio pide el favor)
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un
manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en
el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y
generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón
Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a
Dios? A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo,
cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza
o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu
Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará
en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para
oír mi petición.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró
el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las
hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban
a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír
y remediar sus males. Sin embargo… dejo en tus manos mi petición, sabiendo que
Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te
pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás
mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro
ángulo, con más espíritu de fe. Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de
amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.
Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo
que decrete tu Corazón misericordioso. Amén
Decir 3 veces: Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío.
Reza un: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo,
Amén.
Oraciones Católicas de Poder
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