Señor mío y Dios mío, mi corazón se ha despertado para darte gracias por todas las manifestaciones de tu amor, por la noche que pasó, por el nuevo despertar, por la gente que nos quiere, por el sol, por la luz, por las fuerzas renovadas, por todas las maravillas que haces porque nos amas. Es una lástima que no nos demos cuenta de todo lo que haces, pues si tuviéramos conciencia de todo lo que haces por el amor que nos tienes, entonces, nuestro corazón no podría parar de orar y darte gracias en todo momento y en todo lugar. No habría cabida para la envidia, ni estuviéramos pendientes de las ofensas que nos hicieron; sino que nuestro corazón humano estuviera pendiente siempre de agradecer, y no de vivir lleno de angustia porque no reconoce todo lo que puede esperar de Ti; vivir en tu certeza es saber que todo saldrá bien, que nada podrá arrancarnos de tus manos. Bendice a los que amo y a los que quiero amar cada vez más.
Amén.
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