Señor Grande y Dios mío, quiero en esta mañana poner en tus manos mi corazón, y con él, quiero entregarte cada uno de los sentimientos que tengo. Tú conoces bien mi vida y sabes que muchas veces me han herido con acciones y palabras, y muchas de esas veces he depositado en mí sentimientos de rencor y odio hacia otros. Hoy quiero pedirte, al iniciar este día, que me regales la gracia de poder guardar en mí buenos sentimientos, que no quepan en mi corazón ni el odio ni le envidia ni muchas otras cosas que le hacen daño a mi vida. Enséñame a perdonar como tú me perdonas. Enséñame a mirar con ojos de misericordia a aquellos que me han hecho daño. No dejes que mi vida se sienta vacía, lléname de tu presencia y hazme sentir siempre como tu perla más preciosa. Te alabo y te bendigo, al iniciar este día, por todas las cosas buenas que Tú, día a día vas realizando en mi vida. Gracias por tu compañía, por escucharme, por bendecirme y amarme.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario