De Ti proviene una fuerza sanadora que curaba a todos y por eso no quiero vivir alejado de Ti. Tú has resucitado mi alma a la esperanza y al optimismo.
Oh mi Dios, Cúbreme con tu preciosa sangre y protégeme de todo mal, pero por, sobre todo, protégeme de esa inclinación a la vanidad que habita en mí.
Tú no abandonas a ninguno de tus hijos. Tú levantas mi cuerpo cansado y mi alma abatida de toda circunstancia difícil que me ha hecho caer.
Quiero hacer que mi vida sea la mejor oportunidad para adorarte. Que tu fuerza sanadora habite en mi corazón para siempre.
Señor Grande de Ameca, en Ti Confío.
Amén.
Señor Grande de Ameca, Muchos de tus hijos han partido hacia Ti, sin guardar cama, sin despedirse de sus seres queridos,
te pedimos seas misericordioso con ellos y sus familias que nos quedamos atónitos ante tu voluntad,
siempre conscientes de que decides lo mejor para nosotros, danos fuerza y voluntad para seguir adelante, alabando tu dulce y santo nombre.
Te encomendamos Señor a tus hijos postrados y santificándose con sus dolores, para que si Tú quieres sanarlos así sea, con una sola palabra tuya.
Ramona Gallardo Rivera.
Alma Armejo González y Familia.
José Porfirio Ahumada Lozano.
Victoria Aceves Chávez.
Jesús Rosas Díaz.
Jasón Ali Castillo Santos.
Anna Velasco.
Irma Lozano Montes de Oca y Familia.
Aureliano Ahumada Castellano.
Miguel Zarate Zarate.
Soledad Aranda Barajas.
Miguel Ángel Quintero Romo.
Familia Rosas García.
Aurelia Figueroa Figueroa.
Félix Preciado Meza.
Ramona Gallardo Rivera.
Tomasa Romo Vda. de Quintero.
Erika Sayavedra y Familia.
Fam. Díaz Naranjo.
Silvia Aguirre Vera.
Roberto Molina Salazar.
Ma. De Lourdes Quintero Gutiérrez.
Elena Tenecela y Familia.
José Luis Tapia Virgen.
Javier Guerrero y Familia,
Familia Cervantes Molina.
Edison Lasso R. y Familia.
Laura D Naranjo y Familia.
Armando García Vieyra y Familia.
Puente García y Familia.
Por todos los hijos ausentes de Ameca.
En tus santas manos pongo mi vida y a mis seres queridos,
y elevo mis oraciones por mis hermanos fallecidos y todas las benditas almas del purgatorio.
Que descansen en paz y brille para ellos la luz eterna.
Hermanos, si les queda aliento pido un padre nuestro por nosotros, sus hermanos en Cristo:
Imelda Martínez Rivera y Trigio López Solano.
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